Cúrcuma: Una Planta Culinaria Muy Beneficiosa Para La Salud

¿Es útil la Cúrcuma útil para la salud humana? Si, esta milenaria planta nativa del suroeste de la India y prima del jengibre, conocida por nuestras abuelas por su capacidad de condimentar y dar color a los alimentos, que en muchas ocasiones hemos consumido en nuestros platos culinarios, es muy llamativa por sus propiedades saludables.

El rizoma de la Cúrcuma Longa, tiene un pigmento amarillo polifenólico conocido como Curcumina que además de su valor culinario, ha sido ampliamente usado en la medicina Ayurveda y China durante más de 5000 años (1) .

Más recientemente se han realizado varios estudios que han demostrado su capacidad antioxidante, anti-inflamatoria, anti-cancerígena, y sus beneficios como protectora del corazón, el hígado y el sistema nervioso (1)(2) .

El efecto antioxidante es el más estudiado. La curcumina se une a los radicales libres generados en el organismo neutralizándolos y barriendo las especies reactivas de oxigeno e inhibiendo la toxicidad que crea en los tejidos. Potencia la actividad de varias enzimas anti-oxidantes e incrementa los niveles de Glutatión que es el antioxidante intracelular más importante.

Varios estudios han demostrado su capacidad anti-inflamatoria porque inhibe los factores pro-inflamatorios y reduce las moléculas inflamatorias, sustancias liberadas por las células ante una agresión y que una vez descontroladas sostienen un estado de inflamación crónica, que es la base de muchas de las enfermedades no transmisibles de nuestra época como el cáncer, el Alzheimer, la enfermedad cardiovascular y otras más.

Una de las manifestaciones de la inflamación crónica es a nivel del sistema neurológico: la neuro-inflamación, que es sostenida por el descontrol de las sustancias inflamatorias, lleva a cambios metabólicos que resultan en daño y muerte de las neuronas. Basados en numerosos estudios la curcumina ha sido propuesta en el manejo de varias patologías neurológicas como el Alzheimer, la demencia, la esclerosis múltiple y el Parkinson entre otras.

El cáncer tiene una gran relación con la inflamación crónica. Se conoce que el microambiente inflamatorio del que se rodea la célula maligna le permite crecer y sobrevivir además de expandirse produciendo sustancias como los factores que le facilitan a la célula tumoral crear nuevos vasos sanguíneos para alimentarse y extenderse. La curcumina inhibe estos factores angiogénicos. Por otra parte, el organismo cuenta con un mecanismo llamado “apoptosis” o muerte celular, que impide la reproducción de la célula tumoral, pero este es uno de los procesos que fallan permitiendo que la célula cancerígena se reproduzca y no muera. La curcumina tiene un mecanismo que estimula la muerte de la célula maligna activando la proteína que impide el crecimiento tumoral.

El efecto antioxidante de la curcumina que disminuye la oxidación de las grasas junto con su capacidad anti-inflamatoria, juegan un papel importante en los procesos de inflamación hepática. Cada día es más común el diagnóstico del denominado hígado graso, que es otra de las consecuencias del proceso inflamatorio crónico expresado a nivel del hígado y que puede progresar hasta la cirrosis y el cáncer hepático.

Se ha demostrado en estudios experimentales en ratas, que la curcumina atenua la fibrosis y la cirrosis hepática y que disminue la inflamación, mejorando las enzimas hepáticas y que estimula los procesos antioxidantes a nivel del hígado, lo que la hace promisoria en el tratamiento de estas patologías.

Múltiples mecanismos además de los mencionados anteriormente se suman al efecto protector cardiovascular. En los estudios de investigación, la curcumina mejora la función endotelial, que es la capa más interna de las arterias, mejora el perfil de lípidos, disminuye la fibrosis del musculo cardíaco y parece tener efecto protector en la arterioesclerosis, falla cardíaca, infarto del miocardio y las complicaciones cardiovasculares de la diabetes (3) .

La curcumina hasta la fecha ha demostrado ser muy segura en humanos incluso a dosis de hasta 8 gramos diarios. Sin embargo, hay que tener algunas precauciones en su uso, como cuando se está medicado con anticoagulantes o antiagregantes plaquetarios porque puede incrementar el riesgo de sangrado. Por esta misma razón es prudente suspenderla ante una cirugía.

Tambien se debe tener precaución cuando se toman medicamentos para la diabetes porque puede potenciar su efecto llevando a hipoglicemias y no debe utilizarse en el cáncer mientras se esté recibiendo quimioterapia porque parece dismiuir su efecto terapéutico.

Aún falta mucha investigación sobre los efectos de la curcumina en la salud humana, pero la evidencia actual hace pensar que es muy valiosa en la prevención y tratamiento de muchas de las patologías actuales.