Una buena higiene del sueño, ¿me ayuda a defenderme de las infecciones?

La higiene del sueño es un conjunto de prácticas y rutinas que ayudan a facilitar el ritmo circadiano del cuerpo y a reducir los estresores ambientales que pueden afectar el sueño. Esto incluye mantener un horario de sueño consistente, exponerse a la luz natural durante el día y evitar la exposición a la luz artificial antes de acostarse, ejercitarse durante el día, evitar la cafeína, las comidas pesadas y el alcohol antes de acostarse.
La falta de sueño puede tener efectos negativos en la salud, ya que afecta el sistema inmunológico. Durante el sueño, el cuerpo produce proteínas llamadas citoquinas que luchan contra la inflamación y las infecciones. La privación del sueño dificulta esta respuesta inmune, aumentando el riesgo de contraer resfriados comunes. Por lo tanto, no obtener suficiente sueño afecta la capacidad del cuerpo para combatir las infecciones de manera natural.

Además, las perturbaciones del sueño están relacionadas con las primeras etapas de la infección, y los patrones de sueño irregulares pueden indicar que el cuerpo está comenzando a luchar contra la enfermedad. La falta de sueño podría ralentizar la respuesta inmune y permitir que la enfermedad progrese más. Si ya se siente enfermo, el consejo tradicional de "descansar mucho" puede ser la mejor manera de fortalecer la respuesta inmune del sistema.

Es importante destacar que el sueño es esencial para la función inmunológica saludable, y se recomienda entre siete y nueve horas de sueño por noche para lograr una salud óptima. Sin embargo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), un tercio de los estadounidenses no obtiene suficiente sueño cada noche. Por lo tanto, practicar una buena higiene del sueño es una manera simple y alcanzable de mejorar la calidad del sueño y, por lo tanto, mejorar la salud.
Es importante también tener en cuenta que la ansiedad y el estrés pueden afectar la calidad del sueño, por lo que es importante tener una rutina de relajación antes de dormir y trabajar en maneras de manejar el estrés y la ansiedad durante todo el día. La meditación, el yoga, la respiración profunda y la escritura son algunas formas efectivas de reducir el estrés y la ansiedad.