La medicina funcional y el Higado graso

La medicina funcional se enfoca en tratar las causas subyacentes de una enfermedad en lugar de simplemente tratar los síntomas. En el caso del hígado graso, esto puede incluir la evaluación y tratamiento de problemas de nutrición, estrés, inflamación y problemas hormonales que pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad.

Una de las principales causas del hígado graso es la obesidad y el sobrepeso, por lo que se recomienda un plan de alimentación saludable bajo en calorías y grasas, así como ejercicios regulares para perder peso. La medicina funcional también se enfoca en la eliminación de alimentos inflamatorios como los alimentos procesados, el azúcar y los productos lácteos, y en la incorporación de alimentos antiinflamatorios como frutas, verduras, pescado y nueces.

Además de la alimentación, la medicina funcional también se enfoca en el tratamiento del estrés, ya que el estrés crónico puede contribuir a la inflamación y el desarrollo del hígado graso. Esto puede incluir técnicas de relajación como la meditación, el yoga y la terapia cognitivo-conductual para ayudar a manejar el estrés.
La medicina funcional también puede incluir la evaluación y tratamiento de problemas hormonales que pueden contribuir al desarrollo del hígado graso, como la resistencia a la insulina o los problemas de tiroides. Esto puede incluir la suplementación con nutrientes específicos y la medicación hormonal si es necesario.
Lo más importante es lograr el enfoque holístico para el tratamiento del hígado graso que se centra en tratar las causas subyacentes en lugar de simplemente tratar los síntomas. Sin embargo, es importante recordar que el hígado graso es una enfermedad seria y es importante consultar a un médico o un especialista en medicina funcional antes de iniciar cualquier tratamiento.